Tegucigalpa, Honduras.- Cada 25 de mayo, Honduras celebra el Día del Periodista, fecha para reflexionar sobre el papel esencial de quienes se dedican a contar hechos, en esta ocasión rendimos homenaje a un grupo selecto de mujeres que, desde distintos ámbitos del periodismo, destacan no solo por su talento y profesionalismo, sino también por su calidad humana, su historia de vida y el magnetismo que irradian.
Este reconocimiento previo va más allá de una trayectoria laboral, es un aplauso a todas y todos, en especial a nuestros directivos Jorge y Lourdes Rosales, nuestros colaboradores, a los que madrugan, corren, investigan, presentan, escriben y retratan una realidad que necesita ser contada.
Periodistas bellas, inteligentes, resilientes, capaces de informar con firmeza, pero también de soñar con una vida llena de amor, logros y estabilidad.
Karla Yadira Matute Villeda: firmeza, pasión y una sola camiseta
Una de ellas es la periodista Karla Matute quien su historia profesional ha transcurrido en un solo medio de comunicación, su amor por la televisión y su vocación por fiscalizar la han convertido en una referente en su entorno.
Uno de sus mayores logros ha sido representar a su canal en una cobertura internacional, consolidando así su credibilidad.

Cree en el rol transformador del periodismo y en la importancia de visibilizar a los sectores históricamente marginados, su trabajo siempre lleva consigo una cuota de responsabilidad social que la define como profesional.
En lo personal, Karla se describe como una mujer de buenos sentimientos, espiritual, con valores sólidos y una actitud siempre positiva.


Ha aprendido a mantenerse firme frente a los desafíos y aunque actualmente está soltera, no cierra las puertas al amor, siempre y cuando llegue de la mano del respeto y la admiración mutua.
Valery Bulnes: carácter, glamour y vocación política
Valery es una mujer que brilla en cada espacio que ocupa, su carrera comenzó a los 17 años, pero fue su entrada al Congreso Nacional lo que marcó un antes y un después. Política y reportajes parlamentarios son su pasión.

Detrás de su presencia elegante y su impecable trabajo, hay una historia de fortaleza, pues su abuela Margarita fue su madre y su guía, aunque su partida dejó un vacío que la llevó a enfrentar momentos difíciles con la valentía que la caracteriza.
Valery ha vencido la ansiedad y la depresión y sigue adelante con una encantadora sonrisa que esconde muchas batallas ganadas.
Hoy trabaja en una institución del Estado, sin soltar del todo el periodismo debido a que entre sus sueños está hacer foros de alto nivel y coberturas internacionales.




Agradece a referentes como Jorge Estrada, Rony Martínez, Emma Calderón y otros periodistas que la inspiraron a no rendirse.
Soltera, pero no sola, Valery cree en los amores que construyen y no destruyen y mientras llega ese alguien especial, ella sigue brillando por cuenta propia, combinando su carácter fuerte con la dulzura de quien aún cree en los finales felices.
Damaris Gabriela Plata Torres: juventud, coraje y sensibilidad
A sus 23 años, Damaris Plata ya sabe lo que es trabajar con entrega y amor por su profesión, su debut en los medios ha estado marcado, por la adrenalina del día a día y el deseo de aportar a la transformación social.
Le apasiona la televisión y ha aprendido que los errores no son fracasos, sino lecciones que fortalecen.

Damaris combina su trabajo con una conciencia social admirable, mostrando que la comunicación puede ser también un acto de empatía y activismo.
En lo personal, es una soñadora con los pies bien puestos en la tierra. Se considera leal, perseverante, sensible y valiente.
Entre sus sueños está convertirse en docente universitaria y estudiar una maestría enfocada en la defensa de la niñez, una causa que la moviliza profundamente.


Soltera, Damaris vive con la ilusión de encontrar a alguien que comparta su visión de vida y que entienda que el corazón de una periodista late con la misma intensidad que su voz en pantalla.
Dallana Michelle Turcios Estrada: talento detrás del lente
Dallana es la muestra de que el periodismo visual también tiene rostro de mujer, técnica en producción audiovisual y fotógrafa apasionada, se ha abierto camino en un mundo tradicionalmente dominado por hombres, ganándose el respeto con trabajo, talento y humildad.

Su sueño es tener su propia productora y un estudio fotográfico, metas que no suenan lejanas cuando se conoce su disciplina y visión creativa.
En el plano personal, se describe como una mujer justa, honesta y perseverante, por lo que una experiencia que marcó su vida fue haber estado a punto de perder a su madre, situación que fortaleció su fe y su perspectiva sobre la vida.

Actualmente soltera, sueña con viajar, seguir formándose y encontrar un amor que no tema compartir la vida con una mujer que ve el mundo con otros ojos: los de una artista que también es periodista.
En el dinámico mundo del periodismo deportivo, dos mujeres avanzan con pasos firmes, humildes y llenos de sueños: Eyli Salgado y Nahomy Gissell.
Ambas han sabido abrirse camino en un ámbito donde la voz femenina aún lucha por espacio, haciéndolo con talento, ética y una determinación admirable.
Eyli Salgado Martinez: constancia, humildad y disciplina
Eyli descubrió su vocación gracias a una radio, y aunque luego de terminar su práctica inició en esta que siempre será su casa fue en el periodismo deportivo donde encontró una forma de vivir.

Ha trabajado en prensa, verificación de datos y relaciones públicas, sin embargo, lo suyo está en finales, las entrevistas con jugadores y la adrenalina del deporte.
Sus logros son notables: coberturas nacionales de alto nivel, entrevistas exclusivas y un título universitario Magna Cum Laude, todo logrado con esfuerzo de mucho estudio constancia y bajo perfil, sin necesidad de reflectores.
Aunque aún no ha trabajado en televisión, no descarta esa experiencia y sueña con coberturas internacionales, ya sea en fútbol, NBA o Fórmula 1.
Detrás de su profesionalismo hay una historia profundamente emotiva, pues su abuela Ofelia Sierra, fue su sostén emocional y su mayor amor, agradeció también el apoyo de su mamá y sus tíos su pilar más importante.
Eyli prefiere mantener su vida amorosa en reserva, conserva una visión romántica de la vida, cree en el amor que acompaña, apoya y celebra sus triunfos sin envidias.


Nahomy Gissell Molina: Determinación, pasión y constancia
Nahomy por su parte, es una mujer determinada que desde niña sintió curiosidad por las historias que la rodeaban.

Ese deseo de entender el mundo y transmitirlo la llevó al periodismo y es en una cadena reconocida donde ha encontrado un espacio profesional donde ha crecido a pasos agigantados.
Cada etapa ha sido una escuela, y su ética y constancia la han hecho destacar en un medio exigente.
Le emociona ser parte del cambio y demostrar que las mujeres también pueden narrar con autoridad la emoción de un gol, la estrategia de un técnico o el esfuerzo de un atleta.

Entre sus mayores logros, destaca haber entrevistado a figuras importantes del deporte y ganarse el reconocimiento en cada cobertura.
Sueña con representar a Honduras en eventos internacionales y también con desarrollar un proyecto propio que inspire a nuevas generaciones de mujeres periodistas deportivas. Su meta va más allá del éxito personal: quiere dejar huella y abrir puertas.
En lo personal, Nahomy se define como una mujer soñadora, auténtica y con los pies bien puestos sobre la tierra, por lo que valora profundamente a su familia, que ha sido su mayor soporte.
Al igual que su colega, prefiere mantener en reserva tanto su vida amorosa como sus proyectos personales.

Todas estas historias tienen un hilo común: la pasión, demuestran ser mujeres diferentes, con trayectorias distintas, pero unidas por el poder de la palabra, la imagen y el compromiso con su país.
Desde las cámaras hasta los micrófonos, desde el Congreso hasta el estadio, han demostrado que el periodismo hondureño también se escribe con sensibilidad, inteligencia y coraje femenino.
Hoy celebramos a todos los periodistas hondureños por lo que son y por todo lo que aún pueden ser, porque detrás de cada informe, cada nota, cada transmisión, hay un corazón que late por Honduras, por la verdad y también, por qué no, por el amor.