Tegucigalpa, Honduras.- El caso del menor que supuestamente había sido asesinado en el sector de Sabanetas, Marcala, La Paz, dio un giro inesperado luego que la Policía Nacional informara este jueves que el hecho fue un accidente.
Según el informe policial, tras investigaciones y entrevistas con los familiares, y con apoyo de un profesional en psicología del Ministerio Público, se determinó que el menor manipulaba un arma de fuego calibre 22 en su vivienda, disparándose accidentalmente.
Aquí el informe de la Policía Nacional: https://www.facebook.com/share/p/164YvDQevH/
Posteriormente, personas presentes intentaron ocultar el arma, envolviéndola en cinta adhesiva y arrojándola a una letrina en la casa.
Durante la inspección en la vivienda, los agentes recuperaron el arma y avanzaron con las indagaciones, descartando así la versión inicial de un asesinato.
Sin embargo, aún se está a la espera de los resultados de la autopsia para confirmar esta hipótesis.
Primeras versiones
El miércoles 22 de enero, informes preliminares indicaban que el menor estaba jugando en el patio de su casa cuando se escuchó un disparo. Al salir, su familia lo encontró tendido en el suelo con rastros de sangre.
“Me fui a mi trabajo, mi hijo quedó sano y salvo, durmiendo todavía, y luego tuve una llamada donde me dijeron que él había tenido un percance. Dejé el trabajo y me fui para la casa, pero él ya estaba en las últimas”, declaró entre lágrimas el padre del menor, Elvis Rodríguez.
A pesar de sus esfuerzos por salvarlo llevándolo a una clínica privada, el niño llegó sin vida.
Rodríguez, visiblemente afectado, relacionó inicialmente la tragedia con una posible venganza, recordando que en 2022 su sobrino fue asesinado en circunstancias violentas.
“Miraba bastantes enemistades. Varias personas me paraban la cara y decían que se iban a vengar”, señaló.