La Paz, Honduras.- Un trágico suceso enlutó a una familia, tras el asesinato de Elvis Rodríguez Domínguez, un niño de tan solo 4 años, mientras jugaba en el patio de su casa en Marcala, departamento de La Paz.
La madre del menor escuchó un disparo mientras realizaba labores domésticas y aunque el padre del niño, Elvis Rodríguez intentó salvarlo llevándolo a una clínica privada, el pequeño falleció debido a la gravedad de la herida.
Entre lágrimas, el padre relató que había dejado a su hijo dormido en casa antes de ir a trabajar. Horas más tarde, recibió una llamada que lo alertó sobre el estado crítico de su pequeño.
“Me fui a mi trabajo, mi hijo quedó sano y salvo, pero luego me llamaron. Dejé el trabajo y corrí a casa, pero ya estaba en las últimas. Lo quería salvar, pero murió al llegar a la clínica”, expresó.
El padre también señaló que desconoce quién podría estar detrás del crimen, aunque teme que pueda estar relacionado con algún tipo de enemistad.
Una crisis de violencia
Este caso es un reflejo de la alarmante ola de violencia que golpea a los niños en Honduras. Según datos de 2024, más de 600 menores fueron asesinados, muchos de ellos en actos de extrema crueldad.
Organizaciones como RedCoiproden han denunciado la ineficacia de las estrategias de seguridad y exigido la creación de un sistema nacional de protección para la infancia.
El padre del menor, quien ya perdió a un sobrino en un acto violento hace dos años, hizo un llamado desesperado por justicia.
“La delincuencia descontrolada sigue cobrando vidas inocentes. Pido que esto no quede impune”, clamó.