Tegucigalpa, Honduras.- El director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), general Ramiro Muñoz afirmó que el principal problema en el sistema penitenciario de Honduras no son las maras, pandillas o el crimen organizado, sino la colusión de las autoridades encargadas de su funcionamiento.
«En Honduras el problema no son las maras ni las pandillas ni el narcotráfico, y hablaré de lo único que a mí me corresponde, que es el sistema penitenciario. El problema son las autoridades cuando se coluden y les reciben dinero», declaró Muñoz durante una reciente intervención.
Según señaló, hay abogados, médicos y psicólogos que exigen pagos indebidos para realizar trámites básicos, incluso a campesinos humildes privados de libertad.
También denunció que las mismas autoridades son responsables de ingresar teléfonos, drogas y otros objetos prohibidos a los centros penitenciarios.
«El preso tiene la obligación de querer hacer cosas malas», explicó Muñoz, pero enfatizó que el verdadero problema surge cuando el sistema de control falla, permitiendo estas prácticas corruptas