Washington.- La comunidad de migrantes hondureños en Estados Unidos, representada por la organización “15 de septiembre” liderada por Juan Flores, ha brindado este día una conferencia de prensa en la que expusieron su profunda preocupación por las recientes declaraciones de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
En su discurso, la mandataria mencionó la posibilidad de retirar la base militar estadounidense José Enrique Soto Cano, conocida como Palmerola, si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumple sus amenazas de realizar deportaciones masivas.
Juan Flores calificó estas declaraciones como perjudiciales para la comunidad migrante hondureña, especialmente en un momento clave para la posible reasignación de un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS).
“Estas acciones no aportan en nada y nos dejan en una situación precaria. Nos preocupa que decisiones como estas afecten la percepción del Congreso estadounidense y agraven los problemas que enfrentan los migrantes hondureños aquí”, expresó Flores.
Acciones concretas en defensa de los migrantes
La organización “15 de septiembre” informó que ha entregado notas oficiales a congresistas estadounidenses, incluyendo Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y el senador Marco Rubio, solicitando su intervención y apoyo para proteger a la comunidad hondureña en Estados Unidos.
Flores destacó la importancia de estas gestiones: “Hemos pedido que se revise la situación de los migrantes hondureños, porque de ser deportados no solo afectará a los adultos, sino también a sus hijos nacidos en este país. Esta es una lucha por la estabilidad y el bienestar de nuestras familias”.
Asimismo, la comunidad migrante se prepara para realizar un intenso lobby en Washington tras la toma de posesión del presidente Donald Trump.
Flores hizo un llamado a líderes de la oposición y sectores sociales hondureños, incluyendo a Salvador Nasralla, Jorge Cálix y Nasry Asfura, para que formen parte de una comisión que exponga la situación en Estados Unidos y busque soluciones conjuntas.
Impacto en la economía y mano de obra migrante
Además, Flores destacó la preocupación de empresarios y compañías estadounidenses por las posibles deportaciones masivas.
“La mano de obra de los migrantes, aunque muchos no tengan estatus migratorio, es esencial para la economía estadounidense. Los empresarios reconocen que los migrantes son profesionales en su trabajo, y deportarlos tendría un impacto significativo en la productividad de varias industrias”, afirmó.
Finalmente, Flores calificó las decisiones recientes de la presidenta Castro como “ideologías erróneas” que no reflejan las necesidades de los migrantes ni el papel fundamental que juegan en la economía hondureña, a través de las remesas que envían al país.
La organización “15 de septiembre” reafirmó su compromiso de continuar abogando por los derechos y la protección de los migrantes hondureños en Estados Unidos y pidió a las autoridades de ambos países mantener un diálogo constructivo que favorezca la estabilidad de esta población vulnerable.