Honduras, EFE.– Las condiciones meteorológicas en Honduras comienzan a mejorar tras la salida de la tormenta tropical Sara, que ha dejado al menos dos muertos, más de 123.000 personas afectadas y millonarias perdidas materiales.
El nivel de las aguas ha bajado en varias regiones del país, como en el Caribe y el centro, lo que ha permitido que se acelere la ayuda a damnificados que quedaron aislados por daños en carreteras y puentes, informaron este lunes fuentes del Sistema de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
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La ayuda se moviliza por tierra, aire y lanchas a través del mar y los ríos que se desbordaron por las precipitaciones que, durante cuatro días, descargó el fenómeno.
Toda la costa caribeña ha sido la mayor afectada, aunque la ciudad de La Ceiba, en el departamento de Atlántida, fue la que más precipitaciones registró, alrededor de 1.250 milímetros, según la Copeco.
Esa cantidad ha superado las precipitaciones que recibió esa región durante el huracán Mitch, categoría 5, en la escala Saffir Simpson en 1998, y las tormentas tropicales Eta e Iota, en 2020, dijo el domingo a periodistas un meteorólogo de la misma institución.
A medida que la tormenta comenzó a desplazarse hacia el oeste, después de estacionarse unas nueve horas sobre la isla de Roatán entre el viernes y sábado, las lluvias se fueron intensificando en oeste, centro y sur del país, que sigue en alerta nacional por la saturación de suelo que ha dejado el fenómeno.
Algunas comunidades están solicitando la ayuda gubernamental y otras han afirmado que el Gobierno estaría dando prioridad a las que son dirigidas por el partido en el poder, el Libertad y Refundación (Libre).
La presidenta hondureña, Xiomara Castro, ha rechazado las acusaciones y reiterado que pese a las dificultades de todo tipo debido a la tormenta tropical, la ayuda a los miles de afectados se está distribuyendo sin distingos de colores políticos.
La ayuda humanitaria, las labores de limpieza y la reconstrucción irá en aumento con el mejoramiento de las condiciones climáticas y cuando los ríos recuperen su nivel natural, según la Copeco.
En ciudades como Tegucigalpa, la capital, las lluvias cesaron el domingo por la noche, y este lunes el cielo amaneció parcialmente despejado y con sol, después de cuatro días.
Hasta ahora no hay un recuento oficial de todas las pérdidas que ha dejado la tormenta, que destruyó carreteras, puentes, cultivos agrícolas, ganaderías, parte del sector industrial, viviendas, sistemas de agua potable y alcantarillado, y decenas de comunidades incomunicadas, entre otros daños.
La Copeco, por instrucciones de la presidenta del país coordina las actividades de apoyo con las Fuerzas Armadas, varias secretarías de Estado y organismos de socorro.
El organismo de protección civil también ha anunciado para el próximo jueves la entrada al país de un frente frío que bajará desde el norte del continente, que además estaría dejando lluvias, razón por la que el país también mantendrá las alertas durante la presente semana.Las clases en los centros educativos públicos y privados se han suspendido en la mayor parte del país y los empleados públicos están bajo la modalidad de teletrabajo.
La Copeco ha advertido que ahora también existe el peligro de que comiencen a registrarse deslizamientos y derrumbes por la saturación del suelo.
Sara ha revivido la tragedia que sufrió Honduras en la primera quincena de noviembre de 2020, por las tormentas Eta e Iota, que dejaron un centenar de muertos y cuantiosos daños materiales en todo el país centroamericano, que es uno de los más altamente vulnerables a desastres naturales en el mundo.