Honduras, EFE.- La carrera entre la candidata demócrata a las presidenciales, Kamala Harris, y su contrincante republicano, Donald Trump, sigue reñida en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos.
Harris aventaja en voto popular con un 48 % a Trump, que tiene un 46.9 %, según el agregador de encuestas FiveThirtyEight, lo que pone a la demócrata 1.1 puntos por encima del republicano.
De esta forma se mantiene la tendencia del último mes, con un ligero descenso del apoyo a la vicepresidenta y el expresidente consiguiendo aumentar un pequeñísimo margen su base.
Esta cifra representa el voto popular, aunque en Estados Unidos la elección presidencial se decide de manera indirecta a través del Colegio Electoral, que cuenta con 538 compromisarios.
Este sistema permite que un candidato pueda ganar la presidencia incluso perdiendo el voto popular.
Cada uno de los 50 estados de EE.UU. reparte un número concreto de delegados. Si bien la mayoría de los estados tienen una tendencia clara de voto, hay siete considerados “bisagra” que podrían decantarse por cualquiera de los candidatos: Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada y Arizona.
Es en estos estados donde las campañas han concentrado su inversión publicitaria y donde los candidatos están dedicando la mayor parte de su tiempo, lo cual se ha reflejado en sus agendas esta última semana.
Estado clave
Los 19 votos electorales que aporta Pensilvania, el mayor de los siete estados bisagra, son la joya de la corona de las elecciones del martes, en las que las encuestas dibujan un escenario tan ajustado que hacer predicciones resulta imposible.
Este estado del antiguo cinturón industrial del país votaba tradicionalmente demócrata hasta que Trump le dio la vuelta en 2016 y, cuatro años después, Joe Biden ganó al republicano con un estrecho margen de 80.000 votos.
Todos los ojos están puestos en el voto hispano dado que Pensilvania ha doblado en dos décadas la población latina hasta los 620.000 registrados para votar. Más de la mitad de la población de Allentown y Reading es latina, la mayoría puertorriqueños, seguido de los dominicanos.
Aunque Trump no se ha disculpado por el chiste del comediante Tony Hinchcliffe en su mitin de Nueva York, pocos días después visitó Allentown y prometió: “Les traeré el mejor futuro a los puertoriqueños y a los hispanos”.
La polémica se agrandó todavía más cuando Biden respondió al chiste calificando de “basura” a los seguidores de Trump, unas palabras que la Casa Blanca matizó y de las que Kamala Harris se desmarcó.
La candidata demócrata cerrará su campaña esta noche con un gran concierto en Filadelfia (Pensilvania), acompañada de Lady Gaga y Ricky Martin, mientras Trump pondrá punto y final a la campaña desde Gran Rapids, en el también estado decisivo de Míchigan.