Miami, Estados Unidos.- La digitalización de la economía ha tomado cada vez más impulso en todo el mundo y la región de América Latina y el Caribe no se queda atrás. Para conocer más sobre los principales métodos y factores que los consumidores toman en cuenta a la hora de realizar algún pago, y en el marco del LAC Innovation Forum, se presentó la investigación que indaga sobre ese comportamiento en 14 países de América Latina y el Caribe.
Según las principales conclusiones, en los últimos años ha aumentado el uso de diversos métodos de pago alternativos, el 77% de los consumidores ha utilizado pagos electrónicos, siendo el crédito y el débito los instrumentos de pago más utilizados tanto en línea como en el comercio. El débito se ha destacado como el método de pago digital más importante, utilizado por el 63% de los consumidores.
“La digitalización en América Latina es un fenómeno que llegó para quedarse, ya que se presenta como una solución a las necesidades que los latinoamericanos enfrentan cada día. Mastercard se ha caracterizado por estar a la vanguardia de las tendencias tecnológicas más actuales y eso incluye innovar al ritmo de los consumidores. Los nuevos medios de pago se han convertido en herramientas que facilitan los pagos y las transferencias, es por eso que se ha asociado con varias billeteras digitales en diversos mercados de América Latina y el Caribe con el objetivo de brindar la mejor experiencia de pago a todos los consumidores” dijo Walter Pimenta, vicepresidente Ejecutivo de Productos e Ingeniería de Mastercard América Latina y el Caribe.
Los habitantes de América Latina y el Caribe continúan demostrando su apertura a probar nuevos métodos de pago y su adopción de métodos de pago electrónicos. En este sentido, las tarjetas siguen siendo el medio preferido y uso métodos digitales alternativos han aumentado exponencialmente, mientras que el uso de dinero en efectivo ha disminuido.
El uso de dinero en efectivo ha venido a la baja en los últimos años, en donde un tercio de los consumidores indican que su preferencia por esta opción ha sido desplazada por la digitalización de los pagos. Además, más de la mitad de los consumidores encuestados (63%) indicaron que se sentían muy cómodos utilizando nuevas tecnologías.
Las tarjetas de débito son el método de pago más utilizado, con una tasa de uso del 55% y el 41% para las compras en tiendas y en línea, respectivamente. Aquí, Chile es el país con mayor penetración de tarjetas de débito, tanto en las tiendas (82%) como en línea (72%).
El 50% de los consumidores indican que la adopción de pagos electrónicos se da con la motivación de reducir el uso de efectivo. El segundo motivo, con un 45%, es debido a la rapidez de la transacción. Más que en ningún otro mercado de la región, el 60% de los usuarios argentinos llevan consigo menos dinero físico.
Aunque ha aumentado la introducción de nuevos métodos de pago, los consumidores prefieren las carteras digitales a la hora de realizar una compra en una tienda debido a la comodidad (45%), la rapidez (44%) y la accesibilidad/experiencia del usuario (44%).
Dos tercios de los consumidores utilizan billeteras digitales para transacciones en línea o en tiendas físicas. Los países que hacen un mayor uso de este tipo de pago son Argentina o Uruguay, donde más del 80% de los consumidores lo han empleado.
A la hora de realizar una compra, el 44% de los consumidores utiliza un dispositivo móvil para realizar una transacción. El país donde más se utilizan estos dispositivos para los pagos es Brasil es de 86%, mientras que en Jamaica es lo contrario, donde este tipo de pagos llega al 13%.
A la hora de pensar en métodos de pagos seguros, las tarjetas de débito se llevan el primer lugar. Según los encuestados, las tarjetas de débitos son el método de pago en el cual confían plenamente (36%), seguido de la transferencia bancaria (34%) y la tarjeta de crédito (27%). En este caso resaltan los encuestados uruguayos, quienes con el 67% son quienes más seguros se sienten al hacer transacciones con sus tarjetas de débito, mientras que los colombianos son quienes las encuentran menos seguras (11%).
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