Tegucigalpa – En una escalada de violencia, Honduras se vio sacudida por al menos 12 hechos violentos durante el pasado fin de semana. Regiones como Lempira, Olancho y Santa Cruz de Yojoa en Cortés fueron testigos de una jornada sombría, dejando un rastro de muerte.
Este domingo, la comunidad de El Jaral, Santa Cruz de Yojoa, fue testigo de la brutal pérdida de Sergio Borjas, de 23 años, mientras que en la zona de restaurantes del Lago de Yojoa, Joel Bardales, dueño de un establecimiento, se sumó a la lista de tragedias en la misma localidad.
En Lempira, la comunidad de Virginia fue escenario de un trágico suceso: Lucio Robles fue asesinado por su propio sobrino tras una acalorada discusión impulsada por el consumo de alcohol.
La violencia se extendió a otras regiones, cobrando vidas en San Rafael, San Andrés, Siguatepeque, Tegucigalpa, Ocotepeque, Santa Bárbara, Catacamas y Concordia, marcando un fin de semana oscuro para Honduras.
Con más de 600 muertes violentas de personas menores de 30 años reportadas en lo que va del 2023, las autoridades locales se encuentran en alerta. Las cifras muestran un aumento del 21 % con respecto al mismo período del año anterior, señalando un preocupante incremento en la ola de violencia que afecta a diversas comunidades del país.