Honduras – La Policía Nacional ha intensificado sus patrullajes en zonas montañosas, pasos no habilitados y puntos ciegos. Esta operación policial se ha centrado en el municipio de Nueva Frontera, en Santa Bárbara, occidente de Honduras, un área previamente conocida por actividades delictivas y contrabando, para combatir actividades ilícitas entre la frontera de Honduras-Guatemala.
Las autoridades han interceptado cargamentos de contrabando que incluyen cervezas, cebolla mexicana y cigarros en este punto de control. Sin embargo, su enfoque va más allá de estas incautaciones. La Policía busca cerrar el paso a redes criminales involucradas en el tráfico de drogas, tráfico ilícito de personas, tráfico de armas y otros delitos.
La criminóloga Seyda González enfatiza la importancia de que estas medidas no se limiten al control o registro habitual, sino que se fortalezcan en aras de la seguridad nacional. Su presencia en esta zona apunta a prevenir que bandas criminales y grupos armados operen con impunidad.
Este esfuerzo no solo tiene implicaciones para la seguridad en Honduras, sino también para la región en su conjunto. Dado que las drogas procedentes de Honduras se dirigen a Guatemala, donde redes familiares de traficantes colaboran con carteles mexicanos para transportarlas por tierra hacia los mercados de los Estados Unidos, el trabajo en la frontera adquiere una relevancia internacional en la lucha contra el crimen organizado.