Internacional – El futbolista argentino Alejandro «Papu» Gómez, quien recientemente se unió a las filas del Monza en la Serie A, recibió una noticia devastadora. Las autoridades antidopaje han decidido imponerle una suspensión de dos años debido a su resultado positivo por el uso de una sustancia prohibida en un control realizado en noviembre de 2022, apenas días antes de la celebración del Mundial.
Este acontecimiento tuvo lugar durante un rutinario entrenamiento con el Sevilla, cuando los médicos llevaron a cabo un inesperado control antidopaje. Según la versión de Gómez, había tomado un jarabe de uno de sus hijos sin consultar previamente a los médicos del club, tras haber tenido una mala noche. Sin embargo, esta acción no fue tolerada por las autoridades, ya que se espera que los deportistas informen sobre cualquier sustancia que ingieran.
El Sevilla y el propio futbolista estuvieron al tanto de este asunto desde hace varios meses, cuando recibieron la notificación de la UEFA. No obstante, la sanción de dos años se hizo efectiva esta semana, lo que afectó significativamente la búsqueda de un nuevo equipo para Gómez durante el verano, ya que ningún club estaba dispuesto a asumir el riesgo de su posible sanción. Finalmente, el contrato del jugador, que estaba programado para finalizar en 2024, se rescindió en el último día de mercado.
Inicialmente, Gómez tenía la intención de esperar hasta enero para unirse a otro equipo, dependiendo de si se reducía su sanción. Sin embargo, optó por comprometerse con el Monza, donde ha tenido una participación limitada con solo dos partidos jugados en octubre. Queda por verse si el futbolista apelará la sanción en un esfuerzo por continuar su carrera, dado que «El Papu» cuenta con 35 años.
A pesar de las alegaciones presentadas por Gómez para evitar la sanción, las reglas antidopaje son inflexibles, y se espera que los deportistas consulten la Lista de Prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Incluso el asesoramiento equivocado de un médico no exime de las posibles consecuencias, ya que el deportista es el responsable último de lo que ingiere en su organismo.
Existe una excepción para los deportistas que, por razones médicas legítimas, necesiten consumir sustancias prohibidas, siempre y cuando cumplan con las condiciones del Estándar Internacional para la Autorización de Uso Terapéutico (EIAUT). En ese caso, una Autorización de Uso Terapéutico (AUT) les permitirá recibir tratamiento sin riesgo de sanción en los controles de dopaje.
El proceso para obtener una AUT implica la revisión de una solicitud por un panel de expertos en medicina con experiencia en el tratamiento de deportistas. Si se concede la AUT, el deportista estará autorizado a seguir el tratamiento, aunque deberá notificar su AUT y la medicación en los controles de dopaje.