Tegucigalpa – Las organizaciones Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y Democracia en Acción han hecho públicas las deficiencias del Congreso Nacional en su segundo informe titulado «Regresar a los diputados al Congreso». Según su investigación, el Congreso Nacional gastó un total de L682.4 millones de enero a agosto, de los cuales L172.1 millones se destinaron a sueldos y salarios, L55.9 millones a servicios no personales, L4.6 millones en materiales, y L62.5 millones en subvenciones.
También se revela que los diputados estuvieron sin sesionar durante el mes de junio y que de julio a septiembre solo celebraron nueve sesiones ordinarias, que en total sumaron 47 horas divididas en 14 días. En el último trimestre, los 128 congresistas cobraron sus sueldos, lo que equivale a un desembolso de L56.5 millones, resultando en un costo de L6,761.7 por hora de sesión, mientras que un hondureño con salario mínimo gana tan solo L72 por hora.
Además, se desglosa que el Legislativo gastó L57.9 millones en viáticos de junio a septiembre, distribuidos en L14.4 millones en junio (durante sus vacaciones), L14.8 millones en julio, L14.2 millones en agosto y L14.5 millones en septiembre. También se asignaron L13.4 millones para otras prebendas, de los cuales L1.4 millones fueron destinados a alimentos y bebidas en junio, L480 mil en julio, y L3.4 millones en agosto.
El informe concluye que el Congreso Nacional transfirió L62.5 millones en subvenciones durante el mismo período, con L59.7 millones destinados a ayuda social, L2.5 millones a donaciones a ONG y L300 mil a donaciones a municipalidades. Estos detalles ponen de manifiesto un uso significativo de fondos públicos sin una correspondiente actividad legislativa.