Tegucigalpa, Honduras.- El analista político Jorge Yllescas se pronunció este lunes ante la participación de la presidenta Xiomara Castro en la cumbre del G-77 + China el fin de semana en La Habana, Cuba.
El exdirector de la antes Dirección Técnica de Investigación (DEI) mencionó que es preocupante lo que expresó la funcionaria en el plano internacional al buscar convertir a Honduras en un país socialista-democrático.
La presidenta Castro en su intervención en la Cumbre del Grupo de 77 sostuvo que la consulta popular es la vía para alcanzar un gobierno del socialismo democrático en el país.
“Para una consulta popular requiere de la aprobación del Congreso. Ellos no tienen los votos para poder lograr el acuerdo de una consulta popular”, describió ante la falta de consensos.
“El país está en una situación tremendamente delicada, requiere de un esfuerzo nacional, en conjunto de todos los hondureños y lo que aquí se ve, es una polarización permanente que ahuyenta a la inversión extranjera”, añadió.
En tal sentido, Yllescas enfatizó que el socialismo y la democracia son dos cosas altamente incompatibles, por lo tanto, apunta que la situación de la nación centroamericana es complicada ya que no hay claridad y hay especulación.
De acuerdo al analista, las actuales autoridades mencionan que el modelo que se sigue en Honduras es el cubano, según Yllescas estos gobiernos no son socialistas-democrático, sino, terroríficos.
Ante el anuncio de la mandataria de alcanzar el socialismo democrático a través de una consulta popular, Silvia Ayala, diputada de Libertad y Refundación (Libre) salió al paso para destacar que consultarle al pueblo no debería de llamar la atención.
“En una democracia participativa, el consultar al pueblo no debería de ser algo que nos llamara la atención, de hecho, la Constitución de la República tiene incluidos mecanismos de consulta popular están el plebiscito y el referéndum, ambos son constitucionales”, precisó.
Según Ayala, hay otras formas de consultar a la población e hizo referencia al plan de Gobierno del bicentenario, el cual fue validado por más de un millón de hondureños que acudieron a las urnas.