Tegucigalpa – El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) enfrenta una situación crítica, tal como lo ha señalado su director, Gaspar Rodríguez. Con un déficit de L1,000 millones, la institución se encuentra al borde de agotar sus fondos destinados al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), lo que pone en peligro la atención médica y los beneficios para los hondureños.
El panorama se torna aún más sombrío debido a la declaración de inconstitucionalidad de la Ley Marco del Sistema de Protección Social por parte de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en abril de 2022. Esta decisión privó al IHSS de más de L100 millones mensuales, destinados a la gradualidad, el Régimen de Aportaciones Privadas (RAP) y el pago de la deuda histórica del Estado.
El director Rodríguez destaca la urgente necesidad de apoyo legislativo para recuperar estos fondos perdidos y evitar un colapso inminente del sistema. Propone considerar la posibilidad de aumentar las contribuciones al IHSS, compartidas por empleadores y empleados, como una medida para incrementar los ingresos. Sin embargo, enfatiza que este aumento solo será viable si se mejoran sustancialmente los servicios y la calidad de la institución.
En sus propias palabras, el director del IHSS enfatiza: «Hay que mejorar los servicios y tenemos que vendernos mejor, porque a medida que nos vendamos mejor y ofrezcamos mejores servicios, empleadores y empleados reconocerán el valor de cotizar al Seguro Social».
A pesar de este llamado a la mejora, Rodríguez reconoce la dificultad de hacerlo con un déficit tan significativo como el actual. Por lo tanto, subraya la importancia del respaldo en cuanto a los mecanismos de ingreso para garantizar la sostenibilidad del sistema de seguridad social en Honduras.