La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) ha tomado la decisión de elevar el nivel de alerta en 57 municipios, previamente en alerta verde, a nivel amarillo debido a la creciente preocupación por la sequía. Este ajuste eleva el total de municipios en alerta amarilla a 101, en lo que se prevé que sea una situación de alerta indefinida.
El organismo de protección civil, Copeco, ha informado que un número considerable de 140 municipios todavía se encuentran en estado de alerta roja, lo que subraya la gravedad de la situación climática. En respuesta a esta situación, el Comité Técnico Interinstitucional y la Red Humanitaria han estado llevando a cabo una serie de acciones en los municipios afectados, incluyendo la entrega de asistencia humanitaria a áreas golpeadas por la sequía meteorológica.
Según los análisis de perspectivas climáticas, los próximos meses de agosto, septiembre y octubre, que históricamente han sido de fuertes lluvias, se espera que continúen experimentando niveles de lluvia por debajo de lo normal. Copeco atribuye esta tendencia a los efectos del fenómeno de El Niño, lo que ha resultado en sequías prolongadas y una canícula extensa.
La consecuencia de esta sequía meteorológica es una grave disminución en los cultivos, lo que podría aumentar la inseguridad alimentaria en el país. Para prevenir este escenario, las autoridades de protección civil han anunciado que seguirán realizando monitoreos en colaboración con los análisis técnicos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
Copeco ha asegurado que está preparada para responder a los daños y amenazas de inseguridad alimentaria en los sectores afectados por la sequía, con una planificación y coordinación interinstitucional entre el Gobierno, la Red Humanitaria y organismos cooperantes. La prioridad es proteger a las familias más vulnerables.