Tegucigalpa – Un enfrentamiento público ha surgido entre los generales retirados y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF.AA.), José Jorge Fortín. Los generales en condición de retiro, incluyendo a Mario Hung Pacheco, Romeo Vásquez, Luis Alonso Maldonado e Isaías Barahona, han desafiado al líder militar a proporcionar pruebas concretas que respalden sus afirmaciones de que los generales retirados tenían intenciones de llevar a cabo un golpe de Estado contra el gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
El conflicto se originó a raíz de las declaraciones de Fortín en dos eventos diferentes. En uno de ellos, durante la ceremonia del 158 aniversario de la Fuerza Naval, Fortín pronunció un enérgico discurso en el que rechazó cualquier posibilidad de golpe de Estado en Honduras. «General Mario Raúl Hung Pacheco no a los golpes de Estado, general Isaías Barahona, general Romeo Vásquez, general Luis Alonso Maldonado Gáleas no a los golpes de Estado», afirmó Fortín.
En otro evento, el jefe de las Fuerzas Armadas reiteró que la institución militar trabaja en beneficio del pueblo hondureño y que no está involucrada en planes de golpes de Estado. Fortín enfatizó que no se debería asociar a las Fuerzas Armadas con cualquier intento de golpe.
En respuesta a estas declaraciones, los generales retirados cuestionaron la falta de evidencia que respalde las acusaciones y retaron a Fortín a proporcionar pruebas concretas. Isaías Barahona expresó su incredulidad ante las alegaciones y afirmó: «Si no lo estoy haciendo no pueden probar semejante cosa, y lo puedo retar -a José Jorge Fortín- que hable y me diga: ¿Cuál es el delito?, ¿Cuándo y en qué momento yo propuse a alguna persona que se dé un golpe de Estado?». Barahona también negó haber contactado a ciudadanos extranjeros o oficiales de las FF.AA. con el fin de apoyar un golpe.
Romeo Vásquez, quien estuvo implicado en el golpe de Estado de 2009 contra el expresidente José Manuel Zelaya Rosales, sostuvo que las acusaciones eran parte de una persecución política en su contra. Vásquez presentó una analogía irónica al describir su situación personal y sus posesiones en casa, indicando que no tenía intenciones de un nuevo golpe.
El general Maldonado se unió a las voces de sus colegas y afirmó en un foro que las actuales autoridades de las FF.AA. no podrían demostrar que había planeado un golpe de Estado. Consideró esta idea como improbable, señalando que el jefe de las FF.AA. debería basar sus acusaciones en información respaldada por agencias.
En conjunto, los generales en retiro manifestaron su tranquilidad de conciencia y su disposición a enfrentar cualquier acción legal que las autoridades pudieran tomar en su contra. El enfrentamiento ha planteado preguntas sobre la validez de las acusaciones y su posible impacto en la percepción pública de las Fuerzas Armadas de Honduras.