Tegucigalpa, Honduras. – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), ha revelado un informe del Proyecto ProDefensoras Honduras sobre los numerosos riesgos que corren las mujeres defensoras de los derechos humanos en Honduras.
Con el propósito de visibilizar los riesgos individuales y colectivos para las mujeres defensoras en los departamentos de Atlántida, Colón, Intibucá, La Paz, Lempira y Santa Bárbara, el informe revela los peligros que enfrentan por realizar esa labor humanitaria.
Ante la falta de respuesta del Estado, las defensoras de los derechos humanos, en Honduras, continúan demostrando una gran capacidad de resistencia y activan sus habilidades y capacidades para enfrentar desafíos, apoyarse mutuamente y exigir justicia para aquellas que no pueden hacerlo.
Muchas defensoras de los derechos humanos, en Honduras, han muerto violentamente, otras son objeto de amenazas, persecución, intimidación, judicialización, atentados, detenciones, hostigamiento, agresiones físicas, represión y difamación
En el 2021, se estima que 209 personas defensoras de los derechos humanos, de las cuales 67 son mujeres, fueron objeto de ataques y amenazas.
Un año después, 191 personas que se dedican a la defensa de los derechos humanos reportaron ser agredidas, de las cuales 50 son mujeres defensoras.
Informes de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos (RNDDH) revelan que los años 2016 y 2017 han sido los períodos más violentos para las defensoras, ya que se reportaron 1,230 agresiones y 5 femicidios.
La policía, uno de los actores estatales vinculados a deberes de seguridad y protección en Honduras, fue identificada, por las defensoras de derechos humanos, como uno de los principales agresores.
Es estima que, cuatro de cada 10 denuncias, que presentan las mujeres defensoras de derechos humanos, establecen que, fueron agresiones directas de la policía contra ellas, en ocasiones de manera conjunta con miembros del ejército.
Consideran que los procesos de militarización que ocurren en sus territorios no las hacen sentir más seguras.
Añade que, la sensación de riesgo que manejan las defensoras de derechos humanos es permanente ya que se ven inmersas en una continua violencia, dado que las agresiones para ellas pueden presentarse tanto en los ámbitos de su vida privada como pública.
Un gran porcentaje de los agresores, no son conocidos por ellas, dado que utilizan el anonimato, la virtualidad, la oscuridad, y otras formas de guardar su identidad.
Los riesgos que asumen las mujeres defensoras de derechos humanos, cuando efectúan su labor, se extienden y las afectan no sólo a ellas, sino que, a sus seres más cercanos, especialmente a sus hijas e hijos.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) considera que Honduras es uno de los países más peligrosos, en el mundo, para la defensa de los derechos humanos.
Registros del CONADEH establecen que, entre el 2021 y lo que va del 2023, alrededor de medio centenar de defensores de los derechos humanos han muerto violentamente, la mayoría de ellos dedicados a la defensa de la tierra, los territorios, las personas LGTBI, así como defensores del ambiente.
Durante este periodo, 12 de los 18 departamentos del país fueron escenario de la muerte de defensores de los derechos humanos, de los cuales, el departamento de Colón registra el 35% de los casos.
El proyecto ProDefensoras Honduras fue financiado por el Fondo para la Consolidación de la Paz de Naciones Unidas y fue implementado por CONADEH, ONU Mujeres, TROCAIRE y ACNUR.
En el mismo participaron organizaciones de la sociedad civil como la Red Departamental de Mujeres de Santa Bárbara, Organización Intibucana de Mujeres “Las Hormigas”, Red de Mujeres Mariposas Libres, Fundación San Alonso Rodríguez (FSAR) y el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).