Tegucigalpa, Honduras. – En una iniciativa que destaca por su alcance y propósito, el emblemático Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC) se encuentra en medio de una transformación que promete dejar una huella perdurable. Bajo el programa «Agua Para el Presente y el Futuro», la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS) ha desempeñado un papel crucial en la solución de diversos desafíos previamente identificados, en colaboración con las autoridades educativas del centro.
La UMAPS, reconocida por su experiencia en el manejo de recursos hídricos y saneamiento, ha estado liderando esta iniciativa integral en el ICVC. Entre las medidas tomadas se encuentra la donación de dos tanques de rotoplas, diseñados para garantizar un suministro constante de agua potable. Esta medida contribuirá a satisfacer las necesidades diarias de estudiantes y personal, mejorando la calidad de vida dentro del instituto.
Además, como parte del programa, se ha implementado una renovación completa en el sistema de drenaje de aguas residuales. Las labores incluyen un saneamiento completo del sistema, reemplazo de tuberías, reparación de una caja de registro y una reconfiguración para que las aguas residuales fluyan hacia el sistema de alcantarillado sanitario interno.
La intervención se ha llevado a cabo en estrecha colaboración con el equipo directivo del ICVC, con el objetivo de abordar preocupaciones fundamentales y mejorar significativamente la infraestructura escolar. La dedicación y experiencia de la UMAPS han sido elementos clave para el éxito de esta iniciativa, demostrando cómo la colaboración entre instituciones puede lograr avances notables en beneficio de la comunidad educativa.
Para los docentes y estudiantes que han visto con emoción la iniciativa, esta transformación no solo impacta en la infraestructura física, sino que también subraya el compromiso con la excelencia educativa y la creación de un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo. La UMAPS, a través del programa «Agua Para el Presente y el Futuro», está dejando una marca positiva y duradera en el Instituto Central Vicente Cáceres, demostrando cómo las mejoras en la infraestructura pueden generar beneficios sustanciales en el bienestar y calidad de vida de estudiantes y personal.