En un emocionante enfrentamiento de eliminación directa, el Club América se vio envuelto en una batalla contra el Nashville, que culminó en una tensa tanda de penales. El marcador final de 2-2 en los 90 minutos de juego mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos en un partido que no defraudó en emoción.
El primer gol de la contienda lo anotó Walker a favor de Nashville, poniendo a los americanistas en una posición desafiante. Sin embargo, la tenacidad del Club América no se hizo esperar, y Diego Valdés rápidamente empató el marcador, inyectando nueva vida en el equipo mexicano.
La tensión aumentó aún más cuando, en el minuto 94, Quiñones convirtió un penal a favor del América, enviando a los jugadores y aficionados al éxtasis. Parecía que la victoria estaba al alcance de las manos del América, pero en un giro dramático, Nashville encontró una oportunidad de oro y logró empatar en el último minuto con un gol de Sam, forzando así la tanda de penales.
Fue en la tanda de penales donde se desencadenaron momentos de auténtica polémica. La situación llegó a un punto de muerte súbita, y la tensión era palpable en el estadio. El destino parecía sonreír al Club América cuando Nashville erró su disparo desde los once metros, desatando la euforia en el equipo azulcrema y su afición. No obstante, la tecnología del VAR entró en juego al detectar que el portero se había adelantado, lo que resultó en la repetición del penal. En esta ocasión, Nashville no falló y logró igualar el marcador en la tanda.
El drama continuó cuando en el siguiente turno, Dos Santos, en representación del América, no pudo convertir su disparo desde el punto de penal, aumentando la presión sobre los hombros de los jugadores mexicanos. Finalmente, fue Daniel Lovitz de Nashville quien selló el destino del partido, al anotar el penal que llevó a su equipo a la siguiente ronda de la competición, dejando al Club América sumido en la decepción y el infortunio.