San Lorenzo, Honduras – Los pescadores artesanales hondureños en el golfo de Fonseca (Pacífico) demandan más presencia de la Fuerza Naval para que les protejan durante sus faenas de la persecución de patrulleras de El Salvador y Nicaragua.
«Nosotros hemos visto la falta de patrullaje de la Fuerza Naval hondureña» en el golfo, dijo a EFE el presidente del Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf), Modesto Ochoa, durante un reciente recorrido por la zona.
«Cada día somos amenazados por las navales de Nicaragua y El Salvador que se introducen a nuestras aguas», enfatizó Ochoa, quien es uno de los miles de pescadores artesanales que viven en la zona costera del golfo de Fonseca, cuyas aguas Honduras comparte con El Salvador y Nicaragua.
El pasado sábado, dos pescadores hondureños fueron capturados en Nicaragua supuestamente por realizar pesca ilegal en aguas del Pacífico, informó el lunes la Fuerza Naval nicaragüense.
La captura ocurrió a una milla náutica de Punta San José, municipio de El Viejo, departamento Chinandega, en el noroeste de Nicaragua, según la misma fuente.
Sobre la situación de los pescadores en el golfo de Fonseca, Ochoa señaló que «actualmente se vive en la ley de la selva, de sálvese el que pueda, porque el pescador tiene el problema de que si va con su embarcación solamente saca para el combustible y muchas veces ni para eso», debido al agotamiento que sufre el golfo.
Ochoa considera que el Gobierno que preside Xiomara Castro debería «subsidiar y acompañar a los pescadores para que puedan tener un mejor ingreso para su familia que les garantice una seguridad alimentaria más adecuada».
Agregó que aunque no se tiene un censo pesquero, se calcula que entre 12.000 y 14.000 hondureños viven de la pesca artesanal en el golfo de Fonseca, de los que algunos, incluidas mujeres, reciben asistencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Por último, señaló además que, en la actividad pesquera debe haber educación ambiental porque el golfo está «colapsado», en gran medida por los desechos contaminados que arrastran los ríos que desembocan en él, y la expansión de la industria camaronera y el cambio climático. EFE