Tegucigalpa, Honduras.- La actual directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, ha sido señalada de utilizar la sociedad civil para pretender erigirse como representante del pueblo, mientras encubre los intereses de un sector reaccionario que busca desestabilizar el país con el objetivo de promover un golpe de estado, según un comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentralización.
En el comunicado dirigido a la opinión pública nacional e internacional, se resaltó que el CNA, como una organización de naturaleza público-privada, tiene la función de prevenir y combatir la corrupción en Honduras. Sin embargo, se advirtió que la actual directora, Gabriela Castellanos, ha estado involucrada en actividades que ponen en duda su imparcialidad y compromiso con los intereses del país.
El comunicado también hizo hincapié en que el CNA recibe un significativo financiamiento tanto de fondos públicos provenientes del tesoro nacional, como de donaciones extranjeras, especialmente de la USAID. Se señaló que más del 50% de los fondos del CNA provienen de recursos públicos, lo que podría aumentar las dudas sobre su independencia y objetividad en el combate contra la corrupción.
Asimismo, se destacó que durante los últimos 12 años y siete meses de la dictadura bipartidista, la corrupción ha sido una cuestión pendiente de denuncia y de investigación, y que el CNA ha sido criticado por su aparente silencio frente a casos de corrupción significativos, como contratos de energía, asociaciones público-privadas, narcotráfico y reelección ilegal.
Ante estas acusaciones, la sociedad en general ha sido alertada sobre las supuestas intenciones de Gabriela Castellanos y su cercanía con un sector reaccionario de los Estados Unidos. Se insiste en que esta conexión puede comprometer la estabilidad del país, ya que se sospecha que hay intereses foráneos que buscan desestabilizar Honduras para promover un golpe de esta.
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