Tegucigalpa. Una mujer es asesinada cada 18 horas en Honduras, país que registra casi 8.000 muertes violentas de mujeres desde 2002 y en el que la ola de violencia extrema hacia ellas ha encendido las alarmas de organizaciones humanitarias, que piden incidir en la educación y prevención de estos casos.
La muerte violenta de mujeres en Honduras «es terrible» y demuestra que «todavía hay un patriarcado y machismo muy fuerte en este país», dijo a EFE la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Tegucigalpa, Alice Shackelford.
En un país de 9,7 millones de habitantes se «sigue normalizando y legitimando» la violencia contra mujeres y niñas, especialmente «la forma más extrema: el feminicidio», lamentó Shackelford.
Desde 2002 el Comisionado Nacional de Derechos Humanos en Honduras registra la muerte de cerca de 8.000 mujeres, de ellas en los primeros seis meses de 2023 se reportan 228. Solo en junio han muerto de manera violenta 84 mujeres.
Uno de los casos que más ha impactado en estos días fue la matanza de 46 mujeres el pasado día 20 en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), cercano a Tegucigalpa.
La muerte violenta de 46 mujeres «es terrible», «inaceptable» y un hecho por el que «mi corazón llora», subrayó Shackelford, quien destacó la importancia de trabajar el tema preventivo y disminuir la impunidad, que rodea el 95 % de estos casos.
HONDURAS, UN PAÍS LLENO DE ODIO CONTRA MUJERES
El mismo día de la masacre en la cárcel femenina, donde 23 mujeres murieron asesinadas a tiros y con armas blancas, y otras 23 quemadas en un incendio, las autoridades hallaron los cadáveres de tres mujeres desaparecidas el día 15 en una fosa clandestina situada en el municipio de Cedros, cercano a la capital.
El asesinato de las tres jóvenes entre 16 y 22 años es repudiado por la coordinadora de la Oficina Municipal de Cedros, Nora Melgar, quien en declaraciones a EFE pide que la muerte de las mujeres no quede en la impunidad.
«Exigimos justicia y que las autoridades se encarguen de encontrar a los culpables», enfatizó Melgar, quien comparó el hecho con «una película de terror».
La activista Wendy Cruz, de la organización Vía Campesina, coincidió con Melgar subrayando que Honduras es un país «lleno de crímenes y de odio contra la vida de las mujeres».
Cruz responsabilizó al crimen organizado de «apoderarse de nuestra paz y libertad» y aseguró que el Ministerio Público «es cómplice» de lo que está pasando en Honduras porque ha permitido que estos «grupos se adueñen de nuestra vida».
El fiscal general de Honduras, Óscar Chinchilla, concluirá el 1 de septiembre su segundo período consecutivo desde 2013 «lleno de sangre» porque en el país han ocurrido «miles y miles de asesinatos de mujeres y el 95% siguen en la impunidad».
CADA 18 HORAS MATAN A UNA MUJER
En Honduras, considerado uno de los países más violentos del mundo por las altas tasas de muertes violentas, sin vivir en guerra, «cada 18 horas es asesinada una niña o una mujer y no sucede nada», dijo a EFE Ana Ruth García, Coordinadora de Ecuménicas por el Derecho a Decidir.
El Ministerio Público «no sirve, nos ha fallado» en la investigación de estos asesinatos, señaló la activista, que considera que la muerte violenta de mujeres es «una emergencia» en el país, donde ellas representan más del 51 % de la población.
La violencia machista «se ha normalizado» en Honduras, donde también hay «una violencia estatal», aseguró García, quien cree que es necesario la educación sexual y la prevención para revertir esta situación.
Con información de EFE