Las drogas sintéticas están experimentando un auge inédito debido a que su fabricación es barata, rápida y no está vinculada a ningún cultivo ni a limitaciones geográficas, lo que dificulta la labor de las fuerzas de seguridad.
Las metanfetaminas son las drogas sintéticas más extendidas en el mundo y garantizan enormes márgenes de beneficio al crimen organizado, según el Informe Mundial sobre Drogas 2023, difundido este domingo en Viena.
En el mundo hay alrededor de 36 millones de consumidores de anfetaminas y unos 20 millones de «extasis», las dos drogas de diseño más extendidas, y sus mercados principales se encuentran en Asia y en América del Norte.
Los narcos están utilizando técnicas innovadoras de síntesis, estableciendo nuevos laboratorios y utilizando precursores no controlados para eludir a las fuerzas de seguridad, indica el documento de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Otra de las sustancias sintéticas más conocidas, el fentanilo, un opioide de laboratorio 50 veces más potente que la heroína, está transformando los mercados de drogas en América del Norte y causando una «epidemia de sobredosis» en EEUU.
En 2021, hubo casi 100.000 muertes por sobredosis de opioides en América del Norte, siendo el fentanilo ilegalmente manufacturado el principal responsable.
La facilidad con la que se pueden fabricar estas drogas, mediante laboratorios móviles, hace posible que su producción florezca en zonas en conflicto con escasa presencia estatal, como Afganistán y Siria, denuncia la ONU.
Después de años de estabilidad relativa, en 2021 se registró un aumento del 40 % en las incautaciones de nuevas sustancias psicoactivas de origen sintético, hasta las 19 toneladas.
La relativa facilidad para obtener precursores químicos y la disponibilidad de información en internet sobre su síntesis están «democratizando» su fabricación, según la ONU, y representa un nuevo desafío para las autoridades. Según EFE