En Honduras, más de medio millón de niñas y niños entre las edades de 5 y 17 años abandonaron las aulas de clases porque se ven obligados a trabajar”, indicó la Directora Nacional de Casa Alianza de Honduras (CAH), Cándida Sauceda, en el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
En ese sentido, Sauceda detalló que producto de la pandemia por COVID-19, las cifras sobre trabajo infantil se dispararon, y que estas estadísticas proporcionadas por la organización World Vision contrastan con las oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), que sostiene que el número alcanza los 411 mil.
Sin embargo, resaltó que World Vision recoge las cifras del “trabajo oculto” que no es más que el trabajo informal o doméstico.
Al tiempo que expresó que, la precariedad en la que viven muchas familias hondureñas repercute directamente en la niñez, ya que los bajos ingresos familiares que perciben, obliga a que muchas niñas y niños abandonen la escuela y trabajen por remuneraciones que rondan entre los cinco y los diez lempiras al día, y de esta forma contribuir a la economía familiar.
Asimismo, puntualizó que algunas de las principales áreas de trabajo infantil, corresponden a la mendicidad forzada; agricultura, labores domésticas; recolección de desechos; así como, la explotación sexual comercial y el reclutamiento forzado por estructuras criminales.
Por lo que, manifestó que desde CAH realizan un trabajo de prevención desde las comunidades y las escuelas, y que cuando se detecta una situación de explotación laboral infantil se activa de inmediato un protocolo de actuación, con la finalidad de interrumpir la vulneración de derechos.
Al tiempo que, mencionó que para el caso de las niñas víctimas de explotación sexual la organización cuenta con un hogar especializado para brindarles la protección inmediata.
Sauceda aprovechó para realizar un llamado al Ejecutivo, a fin de que se logre la eficaz implementación de la ley del Sistema Integral de Garantía de Derechos de la Niñez y Adolescencia en Honduras (SIGADENAH), y con ello poder contrarrestar este tipo de situaciones que vulneran los derechos de las y los niños.
Concluyó, condenando cualquier forma de trabajo contra la niñez, tras considerar que las niñas y niños deben de estar en la escuela, realizando actividades recreativas, y no trabajando.